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Honduras acelera el traslado de material electoral a cinco días de unas elecciones marcadas por tensiones y expectativas

 

Honduras acelera el traslado de material electoral a cinco días de unas elecciones marcadas por tensiones y expectativas

Tegucigalpa, 25 de noviembre de 2025 – Con el reloj electoral marcando las horas finales, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras, bajo la estricta custodia de las Fuerzas Armadas (FFAA), continúa el despliegue logístico de documentación y suministros para las elecciones generales del próximo domingo 30 de noviembre. Este proceso, iniciado el pasado jueves 20 de noviembre, busca garantizar la transparencia en una contienda que definirá el futuro político del país centroamericano en medio de una creciente polarización, acusaciones de irregularidades y la atenta mirada de observadores internacionales.

El "banderillazo" oficial se dio en el Centro Logístico Electoral de la capital, desde donde partieron los primeros convoyes custodiados por militares hacia los rincones más remotos del territorio. Según el cronograma del CNE, el jueves se enviaron kits tecnológicos, maletas electorales y papeletas a los departamentos de Atlántida y Colón (norte) y Ocotepeque (occidente). Durante el fin de semana, los envíos se extendieron a Intibucá, Copán y Lempira (occidente), así como a Yoro y Cortés (norte), cubriendo así las zonas con mayor densidad poblacional y desafíos logísticos por su geografía montañosa y costera. Este lunes 24 de noviembre, las urnas y materiales llegaron a la región nororiental, incluyendo Gracias a Dios, Islas de la Bahía (Caribe) y Santa Bárbara (noroccidente), en operativos que involucraron helicópteros y vehículos todoterreno para sortear caminos precarios.

Para este martes 25 de noviembre –día en que se publica esta nota–, está programada la distribución hacia Olancho (oriente), Choluteca y Valle (sur), mientras que el miércoles tocará a La Paz (suroeste), Comayagua (centro) y El Paraíso (oriente). Finalmente, el sábado 29 de noviembre, víspera de los comicios, se completará el proceso en Francisco Morazán, cuyo epicentro es Tegucigalpa, la capital con el mayor número de centros de votación. La presidenta del CNE, Ana Paola Hall, enfatizó durante la ceremonia de inicio que "estas elecciones se realizarán con total apego a la ley y bajo el principio de transparencia absoluta", reafirmando el compromiso de la institución con un proceso "limpio y participativo".

Un llamado a las urnas en cifras récord

Más de 6,5 millones de hondureños –de una población estimada en 10 millones– están convocados a las urnas para elegir no solo al nuevo presidente o presidenta para el período 2026-2030, sino también a tres designados presidenciales (vicepresidentes), 298 alcaldes municipales, 128 diputados al Congreso Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano. Se trata de la segunda elección general desde el controvertido triunfo de Xiomara Castro en 2021, que rompió con 12 años de gobiernos del Partido Nacional, y llega en un contexto de crisis económica agravada por la inflación, la migración y la inseguridad.

La contienda presidencial, el eje central de estos comicios, enfrenta a cinco candidatos principales, aunque las encuestas señalan una carrera tripartita. Salvador Nasralla, del Partido Liberal y exdesignado presidencial en el gobierno actual, lidera los sondeos con un promedio del 37% de intención de voto, impulsado por su discurso anticorrupción y promesas de reforma judicial. Le sigue Nasry "Tito" Asfura, del Partido Libre (oficialista), con alrededor del 30%, quien representa la continuidad del legado de Castro y enfatiza avances en políticas sociales como el aumento del salario mínimo. En tercer lugar aparece Rixi Moncada, también de Libre pero en una interna disputada, con un 25% según mediciones recientes de CID Gallup y TResearch, aunque su candidatura ha sido cuestionada por divisiones internas en el partido gobernante. Otros aspirantes, como Ebal Díaz del Partido Nacional (con un 5-7%) y candidatos independientes, completan el panorama, pero sin chances reales de victoria según los analistas.

La evolución de las preferencias electorales refleja un electorado fragmentado: en las primarias de marzo de 2025, cerca de 6 millones de votantes participaron, un récord que evidencia el alto interés cívico, pero también la fatiga por escándalos pasados como el fraude alegado en 2017. Encuestas como la de HCH Televisión, actualizada a inicios de noviembre, muestran a Nasralla ganando terreno en zonas urbanas como Cortés y Francisco Morazán, mientras Asfura domina en el interior rural.

Sombras de controversia y llamados internacionales

No obstante, el proceso no está exento de sombras. La intervención de las FFAA en la custodia del material electoral –una práctica constitucional pero controvertida– ha generado alertas en el Congreso de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA), que ven en ella un riesgo de politización del Ejército, especialmente tras declaraciones de la presidenta Castro condicionando los resultados a la "intervención militar si es necesario" para evitar "golpes suaves". La OEA expresó "preocupación" por la integridad del voto, exigiendo acceso irrestricto a observadores y cesando campañas de desinformación.

Denuncias de violencia electoral han escalado en las últimas semanas: el Partido Liberal reportó agresiones contra militantes en Cortés, incluyendo amenazas y sabotajes a caravanas, repudiadas por el oficialismo pero atribuidas a "grupos radicales". La ONU, a través de tres relatores especiales, instó este lunes a los candidatos a "cesar amenazas y campañas de odio", destacando el impacto en la libertad de expresión y la participación de mujeres y comunidades indígenas. Además, el Foro Nacional de Convergencia (Fonac) enfrenta críticas por la "inscripción exprés" de observadores afines a Libre, lo que podría sesgar la supervisión civil.

El Ministerio Público investiga a consejeros electorales por presuntas irregularidades en el registro de votantes, avivando temores de una "tormenta institucional" similar a la de 2017. En Washington, una audiencia del Congreso estadounidense calificó los comicios como un "abismo" si no se garantiza neutralidad, con exembajadores como Carlos Trujillo criticando la "ideología de izquierda extrema" del gobierno actual.

Hacia un domingo decisivo

A medida que los furgones recorren carreteras y cielos hondureños, las FFAA reiteran su "compromiso inquebrantable con la democracia", con más de 20.000 efectivos desplegados para resguardar 5.000 centros de votación. Analistas como los del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) prevén una elección reñida que podría extenderse a una segunda vuelta si ningún candidato supera el 50% más uno, obligando a alianzas postelectorales en un Congreso fragmentado.

Honduras, golpeada por huracanes recientes y una economía estancada, anhela un liderazgo que impulse la reactivación y combata la corrupción endémica. Con campañas cerradas el viernes y un silencio electoral impuesto desde el sábado, el país contiene la respiración ante lo que podría ser un punto de inflexión en su joven democracia. La pregunta que flota en el aire: ¿prevalece la voluntad popular, o las tensiones acumularán un nuevo capítulo de incertidumbre? Solo las urnas lo dirán.

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