Por presión de sus representantes, por un consejo de algún representante o por el pedido de un director de cine, muchas de las estrellas de Hollywood cambiaron sus nombres cuando aún no eran conocidas. Sin embargo, hay un selecto grupo de celebridades que decidieron mantener el nombre que figura en sus documentos, y no se equivocaron: hoy son artistas reconocidos y premiados, aunque algunos resulten algo impronunciables en la Meca del cine.
Saoirse Ronan
Su rostro se volvió familiar de la mano de su papel Expiación, deseo y pecado, rol por el que ganó una nominación al Oscar como mejor actriz de reparto cuando tenía 13 años. Y si bien desde entonces su nombre resulta impronunciable para la mayoría de los mortales, su carrera se llenó de proyectos, películas, nominaciones, premios y grandes éxitos.
Saoirse Ronan nació en el Bronx neoyorkino, pero es hija de dos irlandeses que decidieron bautizar a su hija con una palabra que en gaélico significa libertad. Ya desde chica tuvo problemas para que la nombraran, incluso en un momento pensó en cambiarlo antes de convertirse en actriz. “Cuando era niña y nadie más se llamaba Saoirse, pensé: me gustaría un nombre normal’”, confesó en una charla con el Irish Independent. “Pero a medida que crecí, decidí que nunca iba a cambiar nada para nadie ”, completó. Hoy, la actriz de Lady Bird, Mujercitas y El gran Hotel Budapest sortea con gracia cada una de las entrevistas donde le piden que, despacio, enseñe cómo se dice “Saoirse”.
Zoe Saldaña
¿Zoé Saldaña o Zoé Saldana? La confusión en el apellido de la actriz, productora y directora estadounidense de raíces dominicanas y puertorriqueñas la saldó ella misma hace tres años cuando una periodista de Los Angeles Times se dio cuenta de que en los créditos de la serie animada de Netflix Maya y los tres la “n” había mutado a “ñ”.
“¡Qué lindo que te diste cuenta!,”, reaccionó en ese momento la actriz que se lució en Guardianes de la galaxia y en la saga de Avatar. “No es que antes estuviera equivocado. Mi apellido es Saldaña, pero desde que tenía 5 años ha sido un tema complicado, del que me deshice recientemente y gracias a mis hijos ”, explicó. La polifacética artista contó que cuando todavía estaba en el jardín una docente la retó por usar la ñ. “Esa letra no existe”, le dijo. “Me insistió tanto que siento que me terminó robando una parte esencial de mi identidad, que viene con el nombre de uno”, explicó.
El campo artístico la terminó de convencer del cambio: necesitaba un nombre simple de decir. Hasta que aparecieron en escena sus hijos, los gemelos Cy Aridio y Bowie Ezio, de 9 años, y Zen, de 7. “Estaba convencida de que me daba igual, hasta que mis hijos empezaron a preguntarme por nuestro apellido. Me di cuenta de que presentarlo y decirlo como es sí es importante, que la ñ es parte de mi identidad y orgullo de ser latina ”, cerró la historia.
Harrison Ford
Harrison Ford contó la divertida historia de su casi cambio de identidad durante sus primeros años como actor durante una charla con Kelly Ripa y Ryan Seacrest en Live with Kelly and Ryan. Ford, el hombre que le dio vida a Han Solo y a Indiana Jones y que construyó una carrera tan exitosa como celebrada, estuvo a punto de ser otro: cuando su carrera comenzó, un grupo de productores lo animó a buscar un nombre más atractivo para el showbusiness.
“¿Querían que cambiaras tu nombre?”, le preguntó Ripa, incrédula. “Sí, pensaron que Harrison Ford era un nombre pretencioso para un joven y yo no estaba de acuerdo con eso, pensé que era un nombre pretencioso para un anciano ”, reaccionó el artista. “Me dijeron que debería pensar en otro nombre. Lo estuve pensando durante la noche y cuando volví les dije ‘listo, ya lo tengo pensado’. Dijeron: ‘Perfecto, ¿cómo te llamas?’ y les dije ‘Kurt Affair’. Fue el nombre más ridículo que se me ocurrió”, confesó en su biografía. En ese momento, los productores notaron que Harrison Ford no estaba tan mal.
Barbra Streisand
Cuando le recomendaron que acortara su apellido, Barbara Joan Streisand era todavía una joven cantante que soñaba con ver su nombre colgado de alguna de las imponentes marquesinas de Broadway. “La gente quería que me llamaran Barbara Sands. Pensé: ‘¿Qué? No. Streisand es mi nombre. No quiero cambiarlo’”, repasó Barbra en The Tonight Show. Sin embargo, aquella mujer que con el tiempo se convirtió en una de las artistas más prestigiosas de la industria sí decidió darle un toque personal a su carta de presentación.
En esa misma charla con Jimmy Fallon, Streisand explicó que en realidad sí cambió su nombre cuando tenía 18 años: a Barbara le sacó una “a” para lograr un nombre artístico único y singular. También se lo contó a Barbara Walters en una entrevista que tuvo lugar en 1985. “ No quería cambiar mi nombre... No podía vivir con un nombre falso. Así que todo lo que hice fue quitarme una ‘a’ y me convertí en la única ´Barbra´ del mundo ”, repasó entusiasmada.