Hoy, domingo 19 de octubre de 2025, Bolivia vive un momento histórico con la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Más de 7 millones de votantes están llamados a las urnas para elegir entre el senador centrista Rodrigo Paz Pereira (del Partido Demócrata Cristiano, PDC) y el expresidente conservador Jorge "Tuto" Quiroga (de la Alianza Libre, que incluye al Partido Demócrata Cristiano y otros grupos de centro-derecha). Esta contienda marca el fin de casi dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido izquierdista fundado por Evo Morales, que en la primera vuelta de agosto obtuvo menos del 15% de los votos, reflejando un rechazo masivo al socialismo en medio de una profunda crisis económica.
La jornada electoral comenzó a las 08:00 hora local (12:00 GMT) y se extenderá hasta las 16:00 (20:00 GMT), con una "ley seca" (prohibición de venta de alcohol) desde el sábado y hasta el lunes en varias regiones para garantizar la tranquilidad. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha desplegado más de 40.000 mesas de votación en todo el país, y se espera un escrutinio rápido, con resultados preliminares posiblemente disponibles esta noche. Observadores internacionales, como la misión de 120 expertos de la Unión Europea (UE), supervisan el proceso para asegurar transparencia, enfatizando la importancia de que ambos candidatos acepten los resultados, como se comprometieron en un pacto previo.
Perfiles de los Candidatos
- Rodrigo Paz Pereira (PDC, centrista): Senador y economista de 52 años, oriundo de una familia de élite paceña (su abuelo fue presidente en los años 50). En la primera vuelta, sorprendió al obtener alrededor del 32% de los votos, superando expectativas y atrayendo a votantes moderados descontentos con el MAS. Se presenta como un "capitalismo para todos", prometiendo reformas pro-mercado sin recurrir al FMI, atrayendo inversión extranjera en minería y litio, y manteniendo programas sociales para la población indígena. Ha negado rumores de promesas extremas, como el cierre de redes sociales, calificados como desinformación. Su campaña resuena en áreas urbanas como La Paz y El Alto, donde ha ganado apoyo de votantes jóvenes y de clase media.
- Jorge "Tuto" Quiroga (Alianza Libre, conservador): Expresidente (2001-2002) de 65 años, abogado y exbanquero con experiencia en el sector privado. Obtuvo el 27% en la primera ronda y es visto como el favorito por su trayectoria neoliberal. Promete "traer dólares de Washington" para estabilizar la economía, digitalizar el Estado, privatizar parcialmente empresas estatales y fortalecer lazos con EE.UU., incluyendo apoyo financiero para combatir la escasez de dólares y combustible. Crítico acérrimo del MAS, lo acusa de corrupción y narcotráfico; sin embargo, ha enfrentado críticas por comparaciones pasadas con figuras controvertidas, como alusiones a Trump como "aprendiz de Evo Morales" en contextos antiguos. Su base es fuerte en Santa Cruz, el bastión agroindustrial del este boliviano.
Ambos candidatos provienen de familias privilegiadas y evocan los gobiernos conservadores de los 90, con énfasis en privatizaciones y alianzas con Washington, un giro radical tras años de tensiones diplomáticas (expulsión de embajadores de EE.UU. en 2008).
Contexto Histórico y Político
Las elecciones de 2025 surgen de una crisis multifacética en Bolivia:
- Económica: Inflación del 10%, escasez de combustible y dólares, reservas internacionales por debajo de los 2.000 millones de dólares (frente a 15.000 en 2014). El modelo extractivista del MAS, dependiente de gas y litio, colapsó por la caída de precios globales y corrupción.
- Política: Divisiones internas en el MAS entre Evo Morales (inhabilitado por la justicia) y el presidente saliente Luis Arce, quien emitió su voto hoy en La Paz. La primera vuelta fue un terremoto: candidatos del MAS como Andrónico Rodríguez y Segundina Flores quedaron terceros y cuartos, con menos del 10% cada uno.
- Social: Polarización entre indígenas rurales (base histórica del MAS) y urbanos. Hay temores de protestas post-electorales, especialmente si gana Quiroga, percibido como "elitista" por sectores izquierdistas.
Esta segunda vuelta es inédita: por primera vez, no hay un candidato izquierdista en la final, lo que algunos llaman un "duelo de derechas". En redes como X (Twitter), el debate es intenso: tendencias de Google muestran un final ajustado, con Paz ganando terreno en búsquedas urbanas.
| Aspecto | Rodrigo Paz | Jorge "Tuto" Quiroga |
|---|---|---|
| Ideología | Centrista-liberal | Conservador-neoliberal |
| Votos 1ª vuelta | ~32% | ~27% |
| Fortalezas regionales | La Paz, Cochabamba (urbanas) | Santa Cruz, Tarija (agroindustriales) |
| Promesas clave | Inversión en litio sin FMI; inclusión indígena | Alianza con EE.UU.; digitalización y privatizaciones |
| Apoyo internacional | UE y ONGs moderadas | EE.UU. y sector privado global |
Encuestas y Predicciones
Las encuestas son cerradas:
- AS/COA da a Quiroga una ligera ventaja (52-48%).
- Mercados de predicción como Polymarket ven a Quiroga en 55% vs. 45% para Paz, con alto volumen de apuestas ($15.5M).
- En X, discusiones semánticas destacan el "giro pro-mercado" como tema dominante, con menciones a un posible "efecto dominó" en Latinoamérica.
Factores decisivos: La participación (esperada en 85%) y el voto indígena podrían inclinar la balanza hacia Paz, mientras que el descontento económico favorece a Quiroga.
Implicaciones Internacionales
- Hacia EE.UU.: Ambos prometen restablecer lazos rotos desde 2009, buscando ayuda para estabilizar la economía. Esto podría incluir financiamiento para litio (Bolivia tiene las mayores reservas mundiales) y combate al narcotráfico, donde el MAS fue acusado de complicidad. Un triunfo de cualquiera sería una derrota para aliados socialistas como Venezuela y Cuba.
- Regionales: Vecinos como Perú observan con interés; ambos candidatos ven el megapuerto de Chancay (China-Perú) como oportunidad para exportaciones bolivianas. Críticas de figuras como Marco Rubio (EE.UU.) señalan riesgos de "maquinaria electoral" venezolana, aunque el TSE lo niega.
- Económicas globales: Un gobierno pro-mercado podría atraer inversión en energías renovables, pero genera temores de "privatización" de recursos, potencialmente desatando protestas.
