Durante su primer mandato (2017-2021), la política de Donald Trump hacia Venezuela se centró en una estrategia de "máxima presión" que buscaba forzar la salida de Nicolás Maduro del poder. Esto incluyó el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino en 2019, sanciones masivas a las exportaciones petroleras venezolanas (que redujeron la producción en más del 50%), y la movilización de más de 50 países para desconocer a Maduro. Sin embargo, esta presión económica no logró derrocar al régimen, y Trump terminó su mandato sin un cambio de gobierno, aunque sí con un debilitamiento económico severo que contribuyó a la migración masiva de casi 8 millones de venezolanos.
En su segundo mandato, iniciado en enero de 2025, la política ha evolucionado de manera inicial hacia un enfoque más pragmático y negociador, pero rápidamente ha virado hacia una escalada agresiva que combina diplomacia fallida, sanciones renovadas y acciones militares directas. Esta transición refleja lecciones del primer mandato (donde las sanciones solas no bastaron) y un contexto geopolítico actual marcado por la influencia rusa y china en Venezuela, la crisis de migración hacia EE.UU. y la narrativa de "narcoterrorismo" como pretexto para intervenir. A continuación, detallo los cambios clave:
| Aspecto | Primer mandato (2017-2021) | Segundo mandato (2025-actualidad) |
|---|---|---|
| Enfoque principal | Presión económica y diplomática para reconocer a Guaidó y aislar a Maduro. | Combinación inicial de negociaciones pragmáticas (liberación de rehenes y deportaciones) con escalada militar contra "cárteles" y régimen change explícito. |
| Sanciones | Bloqueo total al petróleo; más de 300 sanciones individuales a funcionarios. | Renovación de sanciones petroleras; arancel secundario del 25% a países que compren crudo venezolano desde abril 2025; fin de licencias a Chevron para operar en Venezuela. |
| Acciones militares | Despliegues navales limitados y amenazas, pero sin strikes directos. | Autorización secreta en agosto 2025 para usar fuerza militar contra cárteles latinoamericanos; strikes aéreos y navales en el Caribe contra embarcaciones venezolanas sospechosas de narcotráfico (al menos 5 incidentes, con más de 20 muertos). |
| Recompensas y designaciones | $15 millones por Maduro; designación de Venezuela como "estado patrocinador de terrorismo". | Aumento a $50 millones por Maduro en agosto 2025; declaración del "Cartel de los Soles" (presunto brazo narco del régimen) como organización terrorista. |
| Diplomacia | Cruzada internacional para aislar a Maduro; fallida operación "Gedeón" (intento de invasión privada). | Envío inicial de Richard Grenell a Caracas para negociar liberación de 6 estadounidenses y acuerdo de deportaciones; suspensión total de diálogos en octubre 2025 tras "fracasos". |
| Objetivo final | Remover a Maduro vía presión económica. | Remover a Maduro explícitamente, instalando a opositores como María Corina Machado o Edmundo González; control de recursos petroleros para EE.UU. |
Estos cambios indican un Trump 2.0 más "visionario y audaz", según sus asesores, que integra lecciones del pasado (sanciones solas no funcionan) con herramientas nuevas como strikes quirúrgicos y narrativas de seguridad (drogas y migración criminal). Sin embargo, críticos lo ven como un preludio a una invasión, similar a Irak, disfrazado de "guerra contra cárteles".
¿Qué quiere hacer Donald Trump con Venezuela?
Trump ha sido explícito en su objetivo: derrocar a Maduro y reconfigurar Venezuela como un aliado pro-EE.UU., priorizando el control de sus vastas reservas petroleras (las mayores del mundo, estimadas en 300 mil millones de barriles). En declaraciones y acciones, ha framed su plan como una "guerra contra el narcoterrorismo", pero analistas coinciden en que el fin último es económico y geopolítico: expulsar influencias rusas y chinas, repatriar migrantes "criminales" (como el Tren de Aragua) y abrir el petróleo a empresas estadounidenses.
- Remover a Maduro: Trump no descarta un exilio forzado (incluso a Moscú, como Assad). Ha negociado "por las malas" su salida, ofreciendo amnistía limitada a cambio de elecciones libres supervisadas por EE.UU. Apoya a la oposición: Machado ganó el Nobel de la Paz en octubre 2025 por su rol en las protestas post-electorales de 2024, y Trump la ve como posible presidenta transicional. González, el candidato opositor exiliado, tiene un 16% de probabilidades de regreso con escolta estadounidense antes de fin de año.
- Controlar el petróleo: Trump ha admitido públicamente que quiere "colapsar" Venezuela para "tomar su aceite". Planes incluyen revocar licencias a Chevron (vigentes bajo Biden) y abrir contratos preferenciales a firmas como ExxonMobil, terminando acuerdos con Rusia, China e Irán. Esto podría generar miles de millones para EE.UU., vendiendo crudo a Europa.
- Lucha antidrogas como pretexto: Designó al Cartel de los Soles como terrorista en octubre 2025, justificando strikes militares. Desplegó 4.000+ tropas, destructores, submarinos nucleares, drones y F-35 en el Caribe. Recompensa de $50M por Maduro coincide con tightening de su poder post-elecciones 2024.
- Migración y seguridad: Impone deportaciones masivas de venezolanos (tens of thousands labeled "violent criminals"). Termina el Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos el 7 de noviembre 2025.
En resumen, Trump busca un "cambio de régimen" no necesariamente invasivo (odds de invasión full-scale: 11%), pero con presión máxima que incluya "corredores humanitarios" para tropas EE.UU. (22% chance de presencia sostenida adentro para diciembre). Opositores lo aplauden; chavistas lo ven como imperialismo.
Cómo esto explica las actuales tensiones en el Caribe
Las tensiones actuales en el Caribe —un hotspot de rutas narco y disputas marítimas— son un subproducto directo de esta escalada trumpista, que transforma el mar en un teatro de operaciones híbridas (diplomacia fallida + fuerza letal). Desde enero 2025, EE.UU. ha intensificado patrullas, pero los strikes letales iniciados en agosto han encendido la mecha:
- Strikes militares: Al menos 5 ataques aéreos/navales contra lanchas "venezolanas" en aguas internacionales cerca de Venezuela, matando 20+ presuntos "narcoterroristas" (último: 6 muertos el 14 de octubre). Trump los justifica como "antidrogas", pero Venezuela los llama "ejecuciones extrajudiciales" y pretexto para agresión. La ONU condenó estos como violaciones al derecho internacional.
- Despliegues militares: EE.UU. envió 10.000+ tropas a Puerto Rico, F-35 en bases caribeñas y buques anfibios. Venezuela respondió movilizando 25.000 tropas en la frontera, 4.5 millones de milicias bolivarianas y tres ZODI marítimas (zonas de defensa integral) en el Atlántico y Caribe para "proteger soberanía".
- Impacto regional: Odds de "conflicto armado" suben al 62% antes de diciembre, per analistas, por riesgos de quagmire y pushback ruso-chino. Afecta rutas comerciales y migratorias; mercados petroleros jittery por posibles disrupciones. Países como Trinidad y Tobago temen spillover, mientras la oposición venezolana (Machado) apoya los strikes como "desmantelamiento de estructuras criminales".
Esta dinámica explica por qué el Caribe hierve: los strikes no son solo antidrogas (solo 1% de cocaína pasa por Venezuela), sino presión para regime change, elevando riesgos de escalada accidental o intencional. Millones de venezolanos temen colapso o guerra, mientras Trump ve en esto una "oportunidad histórica".
