Un lugar en la primera final continental de 2025 está en juego para cuatro clubes de la CONCACAF esta semana. Tigres y Cruz Azul se enfrentarán el jueves para determinar al representante de la Liga MX en la final de la Champions Cup, mientras que en el otro lado del cuadro, Inter Miami recibirá a los Vancouver Whitecaps el miércoles en un duelo entre destacados de la MLS.
Vancouver tomó el control en el primer partido, blanqueando a Miami 2-0 en casa en un resultado que levantó cejas en toda Norteamérica. Pero con el segundo partido programado para el sur de Florida -y Lionel Messi de vuelta en el equipo- la eliminatoria está lejos de terminar.
Dicho esto, el inicio de 2025 de los Whitecaps ha sido nada menos que notable. Encabezando tanto la Conferencia Oeste como la tabla general de la Supporters’ Shield después de 10 partidos de temporada regular, se han convertido rápidamente en una de las historias más atractivas de la liga. Bajo el mando del entrenador en jefe de primer año Jesper Sørensen, Vancouver cuenta con un 7-1-2, empatado por la mayor cantidad de goles anotados en la MLS y teniendo la mejor diferencia de goles de la liga.
Al entrar en el partido de vuelta, están llenos de confianza.
“Ganamos el primero y sabemos a qué nos enfrentamos el miércoles: un gran equipo con grandes jugadores que han hecho esto antes”, dijo Sørensen después de la victoria de Vancouver sobre Minnesota United en la Jornada 10. “Tenemos que jugar a nuestro mejor nivel y estamos listos. Estamos emocionados, pero también enfocados.
“Es una gran oportunidad, y estoy feliz por los jugadores. Sin importar el resultado, crecerán con esta experiencia. Seguimos adelante, y ahora podemos hacerlo con una sonrisa.”
Inter Miami, por su parte, entra con urgencia.
Después de una eliminación en cuartos de final en la competencia del año pasado, este ya es el mayor avance del club, pero un lugar en semifinales no es el objetivo.
“Estamos en desventaja, y el miércoles tenemos que creer en la remontada,” dijo el entrenador Javier Mascherano tras la derrota de Miami por 1-0 ante el FC Dallas. “No hay nada que perder - todo por ganar.
“Desde el primer minuto, necesitamos llevar el juego a Vancouver a través de nuestro juego. No se remonta un 2-0 sin jugar bien. Necesitamos enfocarnos en nuestro juego, controlar lo que podemos, y conseguir ese primer gol. Lo demás puede seguir - pero solo si empezamos bien.”
La derrota del domingo ante Dallas fue la primera de Miami en 2025 en la MLS, pero el equipo rotó mucho, descansando a estrellas como Messi antes del decisivo partido de vuelta. Con una segunda copa en juego en la era Messi, Miami necesitará una gran actuación - y quizás algo especial - para cambiar la historia contra el equipo más en forma de la liga.
Resumiendo el Partido de Ida
Frente a una multitud de más de 50,000 personas en BC Place, los Whitecaps tomaron la primera parte de manera completamente dominante. Los goles del internacional estadounidense Brian White y el mediocampista Sebastian Berhalter - hijo del exentrenador de la selección de EE.UU., Gregg - llevaron al equipo canadiense a una sorprendente victoria por 2-0 sobre el club de South Beach.
Mantuvieron a los Herons con solo nueve tiros totales, de los cuales solo dos fueron a puerta. Resilientes en todas las áreas del campo, especialmente en el mediocampo, llevaron a Vancouver a una gran victoria, pero más importante aún, a mantener la portería a cero y tener una ventaja de cara al segundo encuentro.
"Creo que es justo decir que mucha gente que nos ha visto jugar ha estado contenta con el ataque... pero hemos sido un buen equipo defensivo", dijo Sørensen después del partido. "También lo demostramos hoy, incluso cuando la forma en que nos gustaría jugar realmente no funciona, y hacemos demasiados malos pases, y perdemos el balón demasiado fácil, todavía podemos confiar en nuestra estructura y en nuestra defensa."
Miami, mientras tanto, se da cuenta del agujero en el que se puso después del partido. Sin un gol de visitante en Vancouver, ahora están en una posición en la que si reciben - en absoluto - en la segunda parte, el déficit se hace aún mayor.
"Nada que perder, ya sabes, nada que perder", dijo Mascherano después del primer partido. "Tenemos que intentar ganar el juego. Sabemos que tenemos que marcar al menos dos goles y no recibir. Y lo intentaremos hacer. Ahora, tal vez la presión esté sobre Vancouver. Ellos tienen que mantener el resultado."
Berhalter reconoció que Vancouver no puede dejar que nada se suba a la cabeza. Ganar de la manera en que el club lo hizo, mientras suma el éxito con el que comenzó la campaña 2025, hay mucho de lo que estar positivos. Sin embargo, mantenerse compuesto y humilde es como están enfrentando el segundo partido.
"Nos queda un juego más", dijo Berhalter después de la victoria en el primer partido. "No podemos adelantarnos. Agradecemos a los aficionados por venir aquí y hacer una atmósfera increíble, pero tenemos un juego más, así que debemos encargarnos del asunto."