La lectura y discusión de las cuentas públicas para este ejercicio fiscal comenzaron el pasado martes, pero fue imposible avanzar debido a la ausencia en el hemiciclo de los legisladores nacionalistas.
El presidente del CN, el oficialista Luis Redondo, confió la víspera en poder llegar a consensos con las bancadas opositoras para dar luz verde en los próximos días al proyecto de ingresos y egresos del Estado para este año.
“Esta semana buscaremos los consensos para dispensar el siguiente debate y discutirlo en un tercer y último debate”, declaró Redondo a periodistas.
Advirtió que de no aprobarse el presupuesto, no se podrán implementar los incrementos salariales previstos para los trabajadores de la salud y los maestros, así como la partida especial para las elecciones primarias de marzo y las transferencias a las municipalidades.
Según el líder del poder legislativo, la razón por la cual los diputados de la oposición se resisten a certificar las cuentas es que este es un año electoral, en alusión a las primarias y a los comicios generales de noviembre próximo.
No quieren ver que el gobierno sí está trabajando y cumpliendo con sus compromisos, alegó Redondo.
Por su parte, el jefe de bloque parlamentario del gobernante partido Libertad y Refundación (Libre), Rafael Sarmiento, se mostró optimista en alcanzar al menos 65 votos -mayoría simple- para avalar las cuentas en beneficio del país.
Aprobado en septiembre último por el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, el Presupuesto General asciende a 430 mil 907 millones de lempiras -cerca de 17 mil 236 millones de dólares-, un incremento del 5,8 por ciento respecto al de 2024.
De acuerdo con la administración central, la prioridad para el actual ejercicio es la inversión pública y social, con casi 98 mil millones de lempiras (unos cuatro mil millones de dólares), destinados a sectores clave como educación, salud y seguridad alimentaria.
A principios de año, la mandataria hondureña llamó a nacionalistas y liberales a aprobar la Ley de Justicia Tributaria y las cuentas públicas, que incluyen los recursos para continuar con la construcción de hospitales y otras obras de infraestructura.
Libre carece de la mayoría parlamentaria suficiente, fijada en 65 de un total de 128 escaños, para aprobar sus proyectos e iniciativas.