La declaración de Wilson Paz, director del Instituto Nacional de Migración (INM) de Honduras, sobre la terminación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para más de 50,000 hondureños en Estados Unidos, refleja una situación crítica para esta comunidad de migrantes. La eliminación del TPS, anunciada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU., entró en vigor el 8 de septiembre de 2025, dejando a los beneficiarios sin protección legal contra la deportación y sin autorización de trabajo. Aunque Paz señaló que no se espera una deportación masiva inmediata y que los consulados hondureños están ofreciendo asesoría, la incertidumbre persiste, con una posible revisión judicial programada para el 18 de noviembre de 2025 en un Tribunal Distrital. A continuación, se proporciona un análisis detallado y exhaustivo de la situación, integrando información de fuentes recientes, contexto migratorio y posibles implicaciones.Contexto de la Terminación del TPS para HondurasEl TPS para Honduras fue establecido en 1999 tras el devastador paso del huracán Mitch, que causó más de 10,000 muertes y daños significativos en Centroamérica. Este programa permitió a aproximadamente 72,000 hondureños (según estimaciones del DHS) residir y trabajar legalmente en EE. UU. al considerar que las condiciones en Honduras no eran seguras para su retorno. El programa se renovó periódicamente durante más de 25 años, pero el 8 de julio de 2025, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció su terminación, argumentando que las condiciones en Honduras han mejorado lo suficiente como para que los nacionales puedan regresar de manera segura. La terminación entró en vigor el 8 de septiembre de 2025, tras un período de transición de 60 días.La decisión afecta a unos 51,000 a 72,000 hondureños, dependiendo de las fuentes, quienes pierden su protección contra la deportación y su autorización de empleo. Sin embargo, aproximadamente 21,000 de estos beneficiarios también poseen una tarjeta de residencia permanente (green card), lo que les otorga un estatus legal alternativo. Aquellos sin otro estatus migratorio legal enfrentan un riesgo inmediato de deportación, aunque el DHS ha promovido un programa de "autodeportación" que incluye un boleto de avión gratuito y un bono de $1,000 para facilitar el retorno voluntario a Honduras.Declaración de Wilson Paz y Respuesta HondureñaWilson Paz, director del INM, destacó que el 8 de septiembre de 2025 marca un "día difícil" para los hondureños con TPS, ya que pierden su estatus legal y quedan en una posición vulnerable. Según Paz, los consulados hondureños en EE. UU. están brindando asesoría legal y orientación a los afectados, enfocándose en explorar opciones migratorias alternativas, como solicitudes de asilo, visas basadas en empleo o familiares, u otros estatus legales. Paz también señaló que, aunque no se espera una deportación masiva inmediata, los tepesianos permanecerán en riesgo durante los próximos meses, especialmente hasta que un Tribunal Distrital revise el caso el 18 de noviembre de 2025. Esta audiencia podría determinar si se restablece temporalmente el TPS o se confirma su terminación, dependiendo del resultado de las demandas presentadas contra la decisión del DHS.El gobierno hondureño, bajo la administración de Xiomara Castro, ha implementado el programa "Hermano, Regresa a Casa" desde enero de 2025, que ofrece apoyo monetario, alimentario y acceso a programas de empleo para los deportados. Sin embargo, este programa ha sido criticado por su limitada capacidad para absorber a decenas de miles de retornados, especialmente en un contexto de inseguridad, pobreza y violencia persistente en Honduras. Antonio García, viceministro de Relaciones Exteriores, señaló que la decisión de EE. UU. no está dirigida específicamente contra Honduras, sino que forma parte de la política migratoria más amplia de la administración Trump para reducir el TPS en general.Impacto en los Hondureños con TPS
- Pérdida de Estatus Legal y Autorización de Trabajo:
- A partir del 8 de septiembre de 2025, los beneficiarios del TPS para Honduras que no tengan otro estatus migratorio legal pasan a ser indocumentados, lo que los hace susceptibles a detención y deportación por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
- Durante el período de transición (8 de julio al 8 de septiembre), los permisos de trabajo (EAD) emitidos bajo el TPS permanecieron válidos, pero esta autorización expiró al finalizar el período.
- La pérdida de autorización de empleo afecta a miles de hondureños que trabajan en sectores clave en EE. UU., como construcción, hospitalidad y servicios esenciales, contribuyendo con más de $1 mil millones anuales al PIB estadounidense.
- Riesgo de Deportación:
- Aunque Paz indicó que no se prevé una deportación masiva inmediata, la terminación del TPS expone a los beneficiarios a operativos de ICE, especialmente en un contexto donde la administración Trump ha prometido la mayor campaña de deportaciones en la historia de EE. UU.
- Algunos beneficiarios, como Jhony Silva, un hondureño que trabaja en un hospital en EE. UU., han expresado temor por perder sus empleos, hogares y la vida que han construido durante décadas.
- Impacto Económico y Social:
- Los hondureños con TPS envían remesas que representan casi el 20% del PIB de Honduras, con un total de $3.8 mil millones en 2016. La deportación masiva podría reducir significativamente estas remesas, afectando a familias y comunidades en Honduras.
- En EE. UU., ciudades como Houston, que alberga la mayor comunidad hondureña, podrían enfrentar impactos económicos debido a la pérdida de trabajadores esenciales.
- Las familias con hijos ciudadanos estadounidenses (aproximadamente 53,500 niños) enfrentan decisiones difíciles sobre si permanecer en EE. UU. o regresar a Honduras, donde muchos no tienen vínculos familiares ni recursos.
- Condiciones en Honduras:
- A pesar de las afirmaciones del DHS de que Honduras es segura, el Departamento de Estado de EE. UU. mantiene una advertencia de nivel 3 ("reconsiderar viaje") debido a la alta criminalidad, incluyendo violencia de pandillas.
- La ONU ha reportado que desde 2010, al menos 174,000 personas han huido de Honduras debido a la violencia de pandillas, y las condiciones de inseguridad alimentaria y pobreza afectan a gran parte de la población.
- Estas condiciones generan preocupación entre los tepesianos, muchos de los cuales han vivido en EE. UU. durante más de 25 años y no tienen redes de apoyo en Honduras.