Tegucigalpa, Honduras – abril de 2025. A pesar de los compromisos anunciados en años anteriores, el estado de las carreteras en Honduras continúa siendo uno de los principales obstáculos para el desarrollo del país. Desde tramos destruidos por las lluvias hasta proyectos inconclusos, la red vial nacional presenta serias deficiencias que afectan la economía, el transporte, el turismo y la seguridad de millones de hondureños.
Según informes del Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras (CICH), más del 60% de las carreteras pavimentadas presentan deterioro severo, mientras que el 80% de las vías no pavimentadas se encuentran prácticamente intransitables durante la temporada lluviosa.
Una crisis que afecta a todos
Transportistas, productores agrícolas, comerciantes y ciudadanos en general son los más afectados por esta crisis vial. En zonas como Olancho, Colón, Gracias a Dios y partes de Santa Bárbara, los caminos secundarios están prácticamente inhabilitados, lo que dificulta el traslado de productos básicos y encarece el costo del transporte.
“Nos toma horas sacar la producción porque las carreteras están llenas de baches, o simplemente no existen. En temporada de lluvia, quedamos completamente aislados”, declaró Julio Mendoza, productor de granos básicos en el occidente del país.
Proyectos atrasados y falta de mantenimiento
Aunque el gobierno actual anunció una inversión histórica en infraestructura al iniciar su gestión, muchos de los proyectos carreteros siguen sin concluirse o presentan graves retrasos por falta de supervisión, corrupción o burocracia.
La rehabilitación del Corredor Agrícola, por ejemplo, lleva más de un año paralizada en varios tramos, afectando el acceso a zonas productivas clave en el litoral atlántico.
Por su parte, los fondos asignados al mantenimiento de la red vial no han sido ejecutados en su totalidad, según datos del Instituto de la Propiedad (IP) y la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT).
Seguridad y accidentes
El mal estado de las carreteras también se traduce en un alto índice de accidentes viales. De acuerdo con la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), el 2024 cerró con más de 1,200 accidentes relacionados con fallas en la infraestructura, una cifra alarmante que sigue creciendo en 2025.
“Estamos hablando de vidas humanas. No es solo un problema económico o logístico; es una situación de emergencia nacional”, advirtió una fuente de la DNVT.
Un llamado urgente
Diversos sectores de la sociedad hondureña han hecho un llamado al Gobierno para que priorice la inversión en infraestructura con transparencia, eficiencia y visión de largo plazo.
Organizaciones civiles, cámaras de comercio y asociaciones de transportistas exigen acciones inmediatas que garanticen no solo nuevas construcciones, sino también el mantenimiento permanente de la red existente.