En la política de Estados Unidos, el pueblo norteamericano envió un mensaje claro al elegir al presidente Donald Trump, demostrando su soberanía. El actual gobierno de HONDURAS debe tener la capacidad de construir acuerdos, como se ha logrado en el pasado en la administración del Partido Nacional, para abordar con las autoridades de los Estados Unidos temas tan importantes, como la situación migratoria de miles de hondureños que hoy viven en Estados Unidos. Como Aspirante a la Presidencia de Honduras, es sumamente preocupante que en su cadena nacional del 1 de enero de 2025, la presidenta Xiomara Castro de Zelaya, declaró: considerar un cambio de las políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, refiriéndose a la Base Militar en nuestro territorio. Esta declaración en lugar de ayudar a nuestros migrantes en Estados Unidos pone en riesgo su situacion, asi como el combate al crimen organizado y el narcotrafico en nuestro pais y la región. Estas acciones podrían tener consecuencias graves en los esfuerzos de lucha contra el narcotráfico, que se sumarían a la decisión del gobierno de Xiomara Castro de denunciar, en el mes de agosto de 2024, el tratado de extradición con Estados Unidos, que ya ha significado un retroceso y debilitamiento en la lucha contra el narcotráfico, ademas de minar la confianza internacional en Honduras.
Cada paso en falso en la política exterior repercute directamente en nuestra economía, en nuestra seguridad y, sobre todo, en las vidas de millones de hondureños. Con lo expresado ayer una posible disminución de la cooperación bilateral podrían debilitar aún más las capacidades de ambos países para enfrentar los desafíos de seguridad y crimen organizado en la región. Además, esto podría afectar negativamente a la estabilidad de Honduras y a la relación estratégica entre ambos países. La pérdida de confianza entre ambos podría dificultar futuras colaboraciones, no solo en el ámbito militar, sino también en áreas como la lucha contra la pobreza, la educación y la salud, lo que afectaría a la población hondureña a largo plazo. Esto también podría resultar en un mayor desplazamiento de personas hacia Estados Unidos, lo que incrementaría la presión sobre las políticas migratorias estadounidenses.
En resumen, el cumplimiento de la amenaza de Xiomara Castro de cambiar las políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el ámbito militar representaría un alto riesgo para el Pais, una afectación a nuestros migrantes y un impacto negativo en la economía y la seguridad del país. Este es un tema sumamente serio, que no debe ser usado por el Gobierno de Libre como una nueva cortina de humo para distraer al pueblo del fracaso de su gestión gubernamental y de los verdaderos problemas que hoy afectan a la mayoría de las familias hondureñas: inseguridad, alto costo de la vida, desempleo y falta de oportunidades, entre otros problemas.